Ya no quedan en nuestras Fuerzas
Armadas militares formados durante el franquismo y nuestros Ejércitos, Guardia
Civil y Policía Nacional son de las instituciones más valoradas por los
españoles, según los sondeos de opinión. Por supuesto, a la cola están los
partidos políticos y los sindicatos. No puede ser, desgraciadamente, de otra manera.
Queda, en fin, en el recuerdo cuando en
la Transición se oía aquella frase de ruidos de sable para señalar conspiraciones de algunos jefes militares contra la Constitución.
No obstante, nuestras Fuerzas
Armadas están formadas por personas que aman a España, que juran por su bandera y
se entregan profesionalmente con inquebrantable voluntad de servicio. Gentes que tienen
en alta estima la honorabilidad y abominan del nihilismo imperante.
Por eso, y sin que me conste ninguna
prueba, desde luego, puedo imaginar el gran malestar existente en las salas de
banderas desde hace tiempo por la situación política que vive nuestra nación, igual que ocurre en la sociedad civil.
Desde luego, estas instituciones tan valoradas son un ejemplo de lealtad y
disciplina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario