jueves, 22 de mayo de 2008

María San Gil

María San Gil se va del PP. Esto es, deja ese partido un referente moral, una persona valiente y de principios a la que no amilanan los asesinos. Sucede esto después de que Mariano Rajoy la intentara usar espuriamente para su mayor gloria personal. Ella no se dejó, la confianza mutua ha quedado seriamente dañada y Rajoy dice que apoyará a María, sea cual sea su decisión. O sea, que se vaya.
La gente más seria del PP, la que no está dispuesta a aceptar la mentira y la supervivencia como profesión, está atónita. Es el caso de Gusvato de Aristegui, por ejemplo, otra persona decente y cabal.
El caso es que María, según los marianistas, era de todos para que al final no fuera de ninguno. Muy agudo, muy simplón, muy mezquino.
En fin, sólo nos quedará un único referente para el liderazgo moral en la escena pública española: Rosa Díez. Harán lo imposible, desde todas las trincheras, para derribarla políticamente.

lunes, 19 de mayo de 2008

Ahora contra Italia

El Gobierno de ZP le mete el dedo en el ojo al italiano, mientras con la otra mano le pide disculpas, por las deportaciones de inmigrantes ilegales. Primero fue la vicepresidenta y, luego, el ministro de Trabajo. Intentan presionar a Berlusconi, en una guerra de propaganda, para que dé marcha atrás en la aplicación de estas medidas, mientras los medios de comunicación italianos comienzan una campaña que puede adquirir tintes antiespañoles de persistir la presente situación.
¿Cuál es el sentido de esta presión del Gobierno español?
Pues que si la política aplicada por Berlusconi es eficaz a la hora de reducir la inmigración ilegal, la política española quedaría ante el mayor de los ridículos en la Unión Europea. Por eso, ZP quiere capitanear un "frente progresista internacional" cuya presión dé al traste con las medidas aplicadas por el Ejecutivo italiano.
Agitpro, siempre agitpro

jueves, 15 de mayo de 2008

La maldita ideología

La democracia sigue muriendo por la mano del sectarismo ideológico. El Tribunal Constitucional ha avalado que la ley de Violencia de Género establezca penas a estos delitos en razón del sexo del condenado: ser hombre es un agravante.
Se manda al garete el Artículo 14 de la Constitución, que reza textualmente: Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Se rompe un principio esencial de la democracia. La ideología, la maldita ideología, siempre sometiendo al sentido común a su albedrío en este extraño país.

jueves, 8 de mayo de 2008

La geoestrategia, estúpido 2

La posición de España en el mapa dibujado en la anterior entrada tiene varias y complejas vertientes. De una parte, está la tradicional política exterior dirigida a Iberoamérica y al mundo árabe (la de toda la vida), con especial atención al Magreb por razones de proximidad. Por otra, la vinculación con las políticas acordadas en foros como la ONU, la UE o la OTAN, que son mucho más recientes, tras la consolidación de la democracia.
En lo que respecta a la política dirigida al mundo árabe, el problema siempre está centrado en la tensión-distensión que impone Marruecos en estas relaciones y en el gas natural que importamos de Argelia.
Respecto a Iberoamérica, desde que las relaciones sobrepasan el marco folclórico de la Madre Patria y demás y se convierten en relaciones económicas y comerciales, lo que impera es la inseguridad jurídica que dimana de la explosiva mezcla de corrupción y populismo que domina el continente entero y que, periódicamente, pone en jaque a las empresas españolas allí establecidas.
Finalmente, el resto de la política exterior está supeditada a los foros internacionales citados más arriba. Eso sí, siempre evitando, no ya unilateralismos, sino liderazgos políticos al modo de Francia, Alemania o Gran Bretaña, salvo la excepción fallida de Aznar en su alianza con Estados Unidos, país al que luego Zapatero ofendió públicamene para autocomplacerse y complacer a la parroquia ideológica al modo de David con Goliat. En cualquier caso, un papel internacional que no está a la altura de la potencia económica mundial que es España y que da bandazos importantes, según el color del Gobierno de turno (para más información sobre estos bandazos, consultar a Fidel Castro).
Personalmente, creo que este papel internacional difuso, poco consistente, tiene que ver con atávicas cuestiones ideológicas de unos dirigentes nacionales que desprecian las políticas económicas estructurales y las de seguridad y defensa. Sólo atienden de grado el intervencionismo en la vida de los ciudadanos, que es lo que da clientes: si se beneficia o no a la Iglesia Católica, si nos gusta más o menos el catalanismo, si hay dinero para viajes de jubilados, si los jornaleros andaluces seguirán votando a quién paga las peonadas... El déficit de nuestra balanza comercial es baladí al lado de estas cuestiones tan principales.
En fin, la política exterior española es como nuestro fútbol internacional: la gran Armada Invencible siempre vuelve ninguneada, aunque el contrincante sea un equipo pirata de somalíes.

miércoles, 7 de mayo de 2008

La geoestrategia, estúpido

La caída del comunismo trajo consigo una redefinición geoestratégica del planeta. No podía ser de otra forma. Liquidado el principal enemigo de las democracias liberales (cuya extensión supone la desaparición de las autocracias), ocuparon su lugar los totalitarismos secundones hasta entonces: el mundo islámico (con dos polos: Siria e Irán, con pretensiones de potencias regionales) y China.
La segunda sabe que no hay quien le tosa en la cara por extensión y población. Con una trabajada tradición de robo de tecnología, ha enseñado a Corea del Norte a producir el arma nuclear para evitar tener frontera con un capitalismo fuerte como el de Corea del Sur. También ha ayudado en esta labor a Irán, con deseos de ser la gran potencia del Islam, a cambio de un trato preferente en suministro de petróleo y para alterar la correlación de fuerzas en unas aguas de infinito valor estratégico como el Golfo Pérsico.
A Siria, en cambio, le ha tocado un papel menor, a pesar de sus pretensiones de ser el gran bastión árabe contra Israel, una democracia liberal en pleno corazón del Islam.
Precisamente, las pretensiones sirias e iraníes han llevado a Estados Unidos a intervenir en la zona pretendiendo que Afganistán e Irak fueran las fortalezas orientales de Occidente frente a estos dos países. Pero el tiro le ha salido por la culata.
Rusia, por su parte, sigue siendo Rusia. A pesar de estar completamente arruinada y de que muchos de los países limítrofes le den la espalda, resentidos por tantos años, si no siglos, de sojuzgamiento, continúa siendo una autocracia dirigida por el antiguo KGB que se parapeta en su extensión y población, igual que China.
Por su parte, Estados Unidos seguirá como primera potencia mientras conserve la primacia militar y, cómo no, el control del mar. Mientras, la aliadaUnión Europea hace lo que puede en su eterna política de nadar y guardar la ropa, desdicha en ocasiones sólo por el orgullo francés o la alianza incondicional de Gran Bretaña con los estadounidenses. La España de Aznar quiso sumarse a esta alianza, pero la sociedad española la rechazó: prefiere una política exterior común con Europa que nunca llega
África y América Central y del Sur no significarán nada por sí mismas mientras la principal fuerza que rija su destino sea la corrupción y la delincuencia. Con África juegan todos ahora mismo para ver qué tajada sacan en forma de petróleo y otras materias primas. El lema de actuación es pedorro el último. La América Latina ha dado a luz una nueva generación de ladrones populistas que la hundirá más en la ruina económica y social que padece.
Esta es, muy muy someramente, la fotofija del mundo en el inicio del siglo XXI, según mi parecer. En una próxima entrada, ubicaré a España en este rompecabezas, también según mi modesto entender.

lunes, 5 de mayo de 2008

Tributo a Calvo-Sotelo

Quiero manifestar mi gratitud y respecto por el finado Leopoldo Calvo-Sotelo, segundo presidente del Gobierno de España tras la aprobación de la Constitución de 1978. Él fue uno de los principales artífices del período más largo de nuestra historia reciente signado por el imperio de la ley, la democracia y la prosperidad. Que descanse en paz y permanezca en el recuerdo de todos los españoles de bien.