viernes, 16 de noviembre de 2012

Crítica a El corsario de Lanzarote

No sin rubor, añado más abajo el enlace al blog El Escobillón, del periodista cultural Eduardo García Rojas, que me honra haciendo el primer comentario crítico a mi novela.
http://www.elescobillon.com/2012/11/el-corsario-de-lanzarote-una-novela-de-francisco-estupinan/#respond

martes, 30 de octubre de 2012

El corsario de Lanzarote, en las librerías

Estimados amigos: Veo que mi novela El corsario de Lanzarote está ya disponible en las librerías La Isla y Lemus, en Tenerife, por si alguno quiere adquirirla. En Gran Canaria, en Canaima y la Librería del Cabildo. Dejo aquí el enlace a la web de La Isla


lunes, 17 de septiembre de 2012

martes, 7 de agosto de 2012

Del mundo extinto

Serán una nota nostágica las líneas que sigan, un retrato de otro tiempo antes de irme unos días de vacaciones.
El mundo en el que crecí ya no existe. Aquel en que los chicos nos criábamos en la calle y desde pequeños sabíamos de la amistad o la competencia y, algunas veces, habían abrazos y otras, puñetazos y así ibas aprendiendo a manejarte en la vida. Aquel mundo en el que ningún joven se atrevía a faltarle al respeto a una persona mayor, menos aún a sus padres, y si alguno tenía la ocurrencia de pronunciar una blasfemia, más le valía que no se oyera o te atenías a las consecuencias.
Era un mundo de trabajo, en el que todavía se hacía media jornada el sábado y era al mediodía, cuando empezaba el regreso a casa, que se pagaba el salario semanal. Sólo los niños estábamos ociosos porque éramos los únicos que distrubábamos de lo que entonces se llamaba semana inglesa.
Estaban también los polvos solubles que se convertían en leche y nadie tenía idea de qué era un yogur. Yo me acuerdo con claridad del día que probé uno por primera vez. Era de fresa. La carne era para el domingo, después de venir de misa y antes de ir al cine a las tres de la tarde porque las películas no se podían piratear como tampoco la música.
No había día más triste en todo el año que el Viernes Santo, pues ni siquiera la radio emitía algo más que el Sermón de las Siete Palabras y música sinfónica dramática. Pero eran sólo veinticuatro horas y empezaban a pasar muy rápido a medida que ibas creciendo.
Eran los tiempos en que tus mayores te decían que tenías que estudiar para hacerte un hombre de provecho e ibas comprendiendo que  sí, que era tu única oportunidad, y cuando te matriculabas en la universidad te convertías en el orgullo de tu padre y sentías cómo todos los mayores a los que respetabas en tu infancia te empezaban a respetar a ti.
Aquel mundo ya no existe, no, y me empieza a suceder, como así les ha ocurrido a todas las personas antes que a mi, que las formas de vida han cambiado exponencialmente, que acontecen muchas cosas que ni entiendo ni quiero entender. Seguramente es que sigo siendo un niño de otra época. O que en breve cumplo años.



jueves, 26 de julio de 2012

Un escritor que evangeliza en el desierto

Vaya por delante que soy creyente y que, en ese sentido, me considero cristiano, pues forma parte consustancial de mi civilización y, por lo tanto, es un alfabeto religioso que soy capaz de descifrar de forma natural, como mi propia lengua materna. Pero no soy muy confesional ni abrazo ninguna militancia, lo que, por lo general, me repugna.
Por eso ando bastante sorprendido en los últimos tiempos por la vocación predicadora del magnífico escritor Juan Manuel de Prada, una de las voces sobresalientes de nuestra novelística contemporánea. Parece que ha asumido como obligación personal nuestra reevangelización. Leo en La Tercera de ABC de hoy uno de sus artículos al respecto, en el que se destaca: "La resurrección no es la recuperación del cuerpo abandonado por el alma ni tampoco la continuación de una vida corporal interrumpida por la muerte -como pensaban los saduceos- sino el principio de una vida nueva".
Quédome sorprendido, en primer lugar, de que se recurra en estos albores del siglo XXI a lo que pensaban o no los saduceos. A estas alturas de la historia no creo que tenga ninguna trascendencia ni lo que creyera una minoría extinta del judaísmo ni si de verdad las vestales conseguían preservar su virginidad. Me parece que hay que recurrir a comparaciones más contemporáneas si se quiere transmitir religiosidad al común.
Luego viene la fe, la esperanza y la caridad, indudables virtudes teologales que como tales comparto. Pero me parece una pasada de frenada que Juan Manuel especifíque en qué condiciones estarán mi cuerpo y mi alma, o los suyos, cuando Gabriel toque a rebato el dia del Juicio. ¿La fe debe traspasar la esperanza hasta llegar a la elucubración de lo que ocurre en detalle tras la muerte?, ¿fortalece mi creencia trascendente? El dice que sí.
Desde luego, De Prada me merece todos los respetos y consideraciones personales. Sus opiniones también me parecen absolutamente respetables. Pero es que reconoce que defiende hasta lo que a los curas hoy les cuesta defender y lo justifica a fin de que los católicos no acaben "por decir que la esperanza misma es una filfa ilusoria". Suena eso bastante a los discursos políticos al uso: tú dile al ignorante electorado lo que quiere oír, que ya vendrán las rebajas.
Y no seré yo quien desautorice sus citas de San Pablo, el cimentador teológico del cristianismo, pero estimo que tampoco vale cualquier cosa para no defraudar la esperanza "encarnada en formas toscas". Debe perseverar en la confianza sobre la inteligencia de sus congéneres si quiere que su fé se expanda, tener en cuenta que los españoles de hoy no son los saduceos de entonces. No debe obviar, por ejemplo, que en la edición digital del periódico donde se podía leer su artículo, un diario conservador y católico, se podía votar sobre la propuesta de Gallardón de que se prohíba interrumpir los embarazos de fetos con malformaciones. Y la mayoría de los que habían opinado se mostraban contrarios a esta restricción porque la mentalidad social actual no tiene nada en común con la de los contemporáneos del concilio de Jerusalén, en el que estuvieron Pedro y Pablo.
Me da la impresión de que Juan Manuel llega al lugar cuando la feligresía ya abandonó esos predios agotados y se empecina en clamar en el desierto. Y que conste que lo dicho no es un ataque, sino una opinión sobre la opinión publicada de quien es sin duda un magnífico escritor que en alguno ocasión ha sufrido en sus carnes embestidas salvajes de fanáticos que no comparten su credo.




viernes, 20 de julio de 2012

Pérez-Reverte y el compromiso

Soy de una generación que creció viendo a Arturo Pérez-Reverte por la televisión informándonos desde el frente de guerra. Para alguien como yo, que lleva el interés por la información en las venas, era un modelo. Su paso, luego, a la literatura de forma tan exitosa fue una sorpresa muy agradable. Su pronto asentamiento como escritor, el reconocimiento como académico de la lengua, sus millones de lectores... todo ello ha hecho que, con el tiempo, se haya convertido en un autor consagrado e influyente.
Uno de los factores que han contribuido a ello es su capacidad para la provocación y su voluntad de participación social opinando sobre la realidad sin dejar indiferente a nadie, lo que ha venido haciendo de forma continua desde sus artículos de prensa y las redes sociales. Es persona que, además de derrochar cultura, gasta valor e independencia y siempre tira a dar. Lo ha demostrado sobradamente en sus cartas a Zapatero y, recientemente, a Rajoy, entre otras.
Para mí, que valoro muchísimo la independencia y sentido crítico de las personas, es un claro ejemplo del compromiso social que se suele exigir a los intelectuales porque sus intervenciones son muestras de sensatez ante diestra y siniestra. Nada que ver con ese compromiso que la izquierda pide a los intelectuales, que no pretende en el fondo más que la militancia sectaria de artistas y escritores con sus postulados. En caso contrario, se recurre a la descalificación desautorizadora.
Por supuesto que, para alcanzar ese nivel de independencia, hay que rechazar complacer a los poderosos, renegar de la subvención y las dádivas, pretender quedar a bien con todo el mundo. No se puede ser amigo de todos todo el tiempo y ese es un riesgo que hay que correr. Y así, Arturo Pérez-Reverte se ha convertido poco a poco en un referente moral de nuestra sociedad con una repercusión e influencia que pocos escritores han tenido en los últimos tiempos. Un ejemplo.

lunes, 9 de julio de 2012

Más sobre manipulación informativa

He escrito en otras ocasiones sobre la manipulación informativa. Sin ir más lejos, en la entrada anterior. Hace años que me grabé a fuego la frase de  Revel de que la mentira es la mayor de las fuerzas que rigen el mundo.
Para muestra, un botón: en la página 74 del ABC de hoy se recoge la queja alemana a la UEFA por manipular las imágenes de televisión. La chica germana que lloraba después de que Italia marcara el segundo gol fue grabada cuarenta minutos antes, cuando sonaba en el estadio el himno teutón. Yo mismo caí víctima de esta manipulación haciendo mención a esas lágrimas en otra entrada reciente sobre la Eurocopa.
Nunca estaremos bastante prevenidos contra la insidia.

viernes, 6 de julio de 2012

Vida de un escritor

Anoche terminé con la lectura de "Vida de un escritor", del increíble Gay Talese. Este extraordinario cofundador del llamado Nuevo Periodismo nos da una lección impresionante de lo que es la literatura de no ficción, esa artística mirada a la realidad que, luego, se transforma en literatura, como ocurre igualmente con los libros de viajes, género en el que se sitúa mi muy admirado y estudiado Bruce Chatwin.
Desde luego, el primer elemento constituyente de la literatura de no ficción es la observación atenta del entorno y el segundo, saber cómo hacer para que esa mirada sea singular, distinta, capaz de ver lo que se esconde a los otros para montar el friso de lo tangible. Esto requiere disciplina y conocimiento para ser capaces de bucear por debajo de las meras apariencias. Y así lo demuestra Talese cuando analiza la evolución del racismo en Alabama, reflexiona sobre la revuelta de Tiananmen o deja constancia del continuo y misterioso fracaso de todos los restaurantes que abren sus puertas en un determinado local de la calle 68 de Nueva York.
De su apreciación del caso de Tiananmen, me impresionó gratamente que no se le escapara la mentira publicitaria que montó Occidente para herir al régimen chino con dirigentes estudiantiles de pago que encontraron, luego, la colaboración de servicios secretos para abandonar el país y establecerse en Estados Unidos como becarios de lujo y altos ejecutivos. Es una técnica similar a la que se esconde detrás de la tan afamada primavera árabe, que ha contado, en este caso, con los impagables servicios de facebook, twiter y demás redes sociales a la mayor gloria de la agitación y propaganda. Millones de dólares para los grandes estrategas de la comunicación global y paz para los muertos.
En fin, una escritura, la de Talese, que encuentra petróleo literario excavando en el pozo de los hechos, donde trabaja esa orfebrería parsimoniosa de hilvanar la narración página tras página. Lo único que no me gustó fue el ajuste de cuentas que hace con sus suegros, breve pero empobrecedor, como cualquier otro rencor esparcido a los cuatro vientos.


viernes, 29 de junio de 2012

A vueltas con el fútbol

Un brillante compañero de profesión ha descargado en su columna toda su ira después de dos semanas de omnipresencia y omnipotencia del fútbol. Lo comprendo, aunque me pareció excesivo. No obstante, consiguió lo que cualquier columnista pretende: me ha hecho reflexionar más sobre el gran poder y fascinación que el deporte ejerce sobre el público.
Desde luego, hay muchos aficionados a muchos espectáculos, pues de eso hablamos y no de la práctica deportiva. A mi me gusta el jazz y cuando voy a un concierto siempre corro el riesgo de que el resultado final me guste más o menos. Lo mismo sucede con el teatro, con un libro, con una película... y no tengo una preferencia militante a la hora de formar mi criterio porque el autor sea mi compatriota o mi paisano. Tal vez lo enjuicie más benévolamente, con más cariño, y me procure indudable satisfacción su éxito. Pero sin llegar, en ningún caso, a una adhesión pasional e incondicional. De la misma manera sigo un partido de la selección española, procuro disfrutar del placer del espectáculo sin alcanzar la euforia o la depresión, mucho menos la violencia (pero debo reconocer que nunca he sido muy futbolero), bien acompañado y con un gintonic.
Y eso es lo que hace distinto el comportamiento de los apasionados del fútbol (o de cualquier otro deporte), que se exaltan, sufren, se abaten sin solución de continuidad. Ayer mismo observaba asombrado las lágrimas en los ojos de las aficionadas germanas cuando su selección encajó el segundo gol italiano. Ya lo dice un anuncio, el fútbol es un sentimiento para algunos, no un espectáculo ni un divertimento. La cuestión es desentrañar qué es lo que hace que alcancen el paroxismo y hasta la alienación con estos espectáculos o les entre un patriotismo que no tienen para causas mucho más justificadas. ¿Tendrá alguien la respuesta definitiva?

P.D.: Todos los machistas envidiosos no paran de meterse con la pobre Sara Carbonero por sus comentarios superficiales (ni más ni menos que cualquiera de sus compañeros) o algún lapsus.  Pero a mi me irrita más, por ejemplo, Juanma Castaño con su cobarde "tengo miedo, tengo miedo..." y nadie se mete con él. Debe ser el precio de la fama.

viernes, 8 de junio de 2012

Apocalipsis

Las obligaciones profesionales se imponen desde el amanecer. La radio te despierta con resúmenes de informaciones caducadas, del día anterior. No hay otra cosa a horas tan tempranas, aunque concita la mayoritaria atención de las audiencias. Ya en el coche, de camino a la oficina, te ofrecen algo con más enjundia: las portadas de los periódicos del día permiten calibrar por dónde va a discurrir eso que llaman la actualidad. Nada nuevo, el enésimo anuncio del apocalipsis. Miro al cielo recién desperezado y no, no veo a los arcángeles provistos de los clarines anunciadores, a pesar del euro, los bancos, los socialistas, los populares...
Mientras, la demanda de una población mundial que no para de crecer presiona sobre los recursos naturales, energéticos, alimentarios como una caldera de vapor mal cerrada. Se lee en las últimas páginas de algunos periódicos que el planeta va al colapso en cuestión de decenios. Pero sólo nos preocupa la supervivencia del sistema de pensiones.
Al final, siempre es la naturaleza la que se encarga de poner las cosas en su  sitio y puede que desaparezcan ciertas especies por problemas de adaptación al nuevo medio que la presión humana está generando: el euro, los bancos, los socialistas, los populares tal vez se extingan... Sería un alivio.

viernes, 1 de junio de 2012

Silencio atronador

Sorprende que, habiando pasado unos días, ningún medio de comunicación canario (que yo sepa) haya recogido la participación del diputado por Las Palmas Pedro Quevedo en un acto conmemorativo "de la invasión castellana de Navarra" con los filoterroristas de Amaiur. ¿Será uno de esos silencios atronadores?

Tópicos y más tópicos

No cabe duda de que Irlanda y el catolicismo son casi la misma cosa. La iglesia ha formado parte sustancial de la identidad irlandesa y un elemento fuerte del nacionalismo frente a los británicos protestantes. Por eso esta religión mantiene aún hoy una gran influencia social. Recuerdo, por ejemplo, que hace ya algunos años, paseando por las calles de Dublín, empecé a extrañarme de que todo el mundo luciera un borrón negrogrisáceo en la frente sin dar, durante un tiempo, con una explicación a este hecho. Hasta que se hizo la luz y me di cuenta de que era Miércoles de Ceniza, el anuncio de la cuaresma, festividad religiosa que apenas se hace sentir ya en España.
Sin embargo, que esta influencia social siga viva por aquella tierra insular se ha convertido hoy en un gran tópico en nuestra prensa nacional. Todas las fotos publicadas de la votación sobre el pacto fiscal, que se celebró ayer, son de monjas votando en sus respectivos colegios electorales, como si no viviera nadie más por allí y todo el país fuera un convento. ¿De verdad que sólo las monjas representan a Irlanda?

lunes, 14 de mayo de 2012

En el camino

La vida parece que vuelve a su cauce. No estamos tan desorientados, quienes guían nuestros pasos parece que saben mejor dónde está el Norte, pueden leer un mapa y marcar una ruta. Sucede, no obstante, que en ocasiones descubrimos que no acertamos la senda más recta, que nos desvíamos minutos o grados de la ruta. Pero vamos avanzando.
Algunos, sin embargo, no quieren  estar obligados a esta marcha, desean seguir instalados en un paisaje irreal hasta lo fantasmagórico, creyendo que las palabras son sortilegios que, si no cesan, construyen la realidad a pesar de que llueva o truene, de que haya sequía y un sol abrasador. De ellos salen los discursos milenaristas, la premonición del fin de los tiempos, la temible alegría del mal ajeno, los oídos sordos a las palabras sensatas que piden caminar en la templanza para superar los obstáculos del desierto. No contribuyen a hacer el camino, no, sino que desaniman de continuo a los que quieren hacer este esfuerzo para asegurarse que no estarán solos y su muerte tenga el consuelo del final dramático de los vencidos.
Pero peregrinamos. Con los pies arrastando tal vez, pero avanzamos. Y, al final, llegaremos todos. Hasta los que querían dejarse morir por el camino.

miércoles, 18 de abril de 2012

El General Tat

Les recomiendo la lectura de El enredo de la bolsa y la vida, de Eduardo Mendoza, en la que su famoso y desternillante detective lumpen y sin nombre nos ofrece otra gran aventura donde el humor es el gran protagonista. En la trama está presente la crisis, que afecta a toda España y más, y la Barcelona actual, donde hay más inmigrantes y turistas que catalanes, y donde ejerce su poder omnímodo el General Tat, tan temido por la comunidad china que se apodera del pequeño comercio de la ciudad. Leanlo y verán como se pasan un rato muy divertido.

jueves, 29 de marzo de 2012

Parábola del 29-M

Su trabajo consistía en vigilar el Gran Abismo e impedir que los más desafortunados se arrojaran por él ante la desesperación de las malas cosechas habidas en los últimos años. La hambruna asolaba el país y muchos no soportaban el dolor de ver sus vidas y sus sueños arruinados.
Él, sin embargo, estaba contento con su trabajo, era bastante cómodo antes de la sequía, pero las autoinmolaciones habían aumentado bastante desde que se consumieron las gavillas de trigo almacenadas en el depósito comunal. Por eso, la Autoridad Popular le había exigido que racionara su propio consumo con el propósito de que lo que restaba de alimentos alcanzara para todos y que se afanara en impedir más sacrificios humanos por desesperación.
"Desde luego, pensó, estas órdenes rebosan ya el vaso. No soy ningun burro de carga. No me presentaré en el trabajo mañana, pase lo que pase".
Pero, al final del siguiente día, continuó la falta de alimentos y tampoco llovió. La única novedad fue que, al estar sin vigilancia el abismo, aumentaron el número de las personas que se sacrificaron.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Más trivialidades políticas

A través del muy profesional seguimiento de prensa que tengo en el trabajo, se me informa de los tuiter que sus señorías o no del Parlamento de Canarias ponen en circulación mientras se celebra el Debate de la Nacionalidad. Son de auténtica indigencia intelectual los mensajes que se ponen en circulación, comentarios sesgados y partidistas siempre dirigidos contra el contrario y lisonjas incondicionales a los propios con una adhesión trivial de legionario montaraz por su Tercio.
Es eso hoy la actividad pública, un ejercicio de hinchas de fútbol, donde no cabe el razonamiento. Sólo sirve la fidelidad al líder, al partido, al jefe y al grupo, lo que es una de las formas de convivencia social más primitivas. No se admite la discrepancia o la crítica, sólo el riquirraca de los propios ante cualquier situación.
¿Y el interés general, el bien del común, la simple honestidad?

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Literatura canaria?

He crecido oyendo y leyendo la expresión "literatura canaria" a través de antologías, como asignatura durante los estudios, incluso como eslogan publicitario, pero nunca he entendido bien a qué remite tal etiqueta, al menos no exactamente
¿Se refiere a la literatura firmada por naturales del arhipiélago?, ¿se refiere a la literatura que tiene como escenario las islas?, ¿a la que se escribe según nuestra norma lingüística?, ¿a la que se edita en Canarias?, ¿todos estos criterios a la vez o sólo algunos de ellos?
Yo soy canario de nacimiento y vivo aquí, procuro escribir según nuestra norma linguística y las obras que tengo acabadas transcurren en nuestro territorio. También todos mis trabajos, incluso cuando se publique este año El corsario de Lanzarote, estarán editados en las islas. ¿Soy un escritor canario, español, en español?, ¿le conviene a un escritor esa etiqueta?, ¿le conviene a Canarias?

viernes, 9 de marzo de 2012

Calima

Impresiona ver las fotografías desde satélite de la atmósfera sobre Canarias: una densa capa marrón oscurece el azul del cielo. El día ha amanecido espeso por la tierra que flota en el aire que respiramos y que nos lija por dentro y por fuera como un pulimento de grano grueso. Los lagrimales se obturan y las gargantas parecen pozos de paredes acartonadas por años de sequía. Sanidad nos advierte que evitemos los espacios abiertos y el deporte por si no nos damos cuenta que el cielo se corta con un cuchillo.

jueves, 8 de marzo de 2012

Lecturas para hoy

El diario El País sale hoy sembrado. Dos artículos de opinión deliciosos e instructivos justifican todo el resto del periódico. En primer lugar, un artículo de Angeles Caso sobre la presencia de la mujer en la historia del arte muy bien documentado y escrito nos hace ver, en día tan señalado, como las féminas también han sido relegadas históricamente como creadoras. En segundo lugar, El género no marcado, del catedrático de Lengua Pedro Álvarez de Miranda, se adentra en la polémica de estos días sobre el lenguaje sexista desde el conocimiento científico del español y con un alarde de sentido común y de humor que cualquier lector agradece.
En El Mundo, lo mejor de todo lo impreso es la frase que, sobre su cabecera, aparece hoy. Es de un tal Louis Dumur (del que no sé nada) y dice así: "la política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos". Extraordinario.

viernes, 24 de febrero de 2012

Nuevos conocimientos

El Makoki andaba con el motor cascado y decidí ir por el camino de aprender mucho y gastar poco. Con el asesoramiento adecuado, he conocido mil ferreterías y mayoristas, productos que ni siquiera imaginaba que existíeran y aprendido a distinguir lo que es un filtro de aceite y un decantador. También me han enseñado a enfibrar y hacer otras pequeñas reparaciones y mantenimientos.
Pero la mayor satisfacción no la encuentro en el ahorro (que es, sin embargo, importante), sino en todas las cosas que antes ignoraba y ahora conozco. Es un hecho placentero por sí mismo.
Y el resultado es que, entre hoy y mañana, el viejo Solé mini 17 volverá a arrancar con aires renovados y, si no hay imprevistos de última hora, el domingo daré rumbo a Santa Cruz, hacia un nuevo atraque.
Pero si navegar a vela es un hecho dichoso, insisto que no lo son menos todas esas actividades manuales que me eran ajenas y voy descubrimiento poco a poco. Todo es empezar y hacer las tareas con agrado.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Santiago Gil, una lectura pendiente

No conozco aún la obra del grancanario Santiago Gil (mea culpa), pero la entrevista que publica hoy Eduardo García Rojas en su suplemento El perseguidor (Diario de Avisos) me ha revelado a un escritor con unos planteamientos muy coherentes. Me apesadumbra llegar tarde a la literatura de Santiago. Pero también sé que voy a llegar para conocer de primera mano ese mundo mental, intelectual, concretado sobre el papel en blanco. Lógicamente, también los animo a ustedes a descubrir, si es el caso, la obra de este autor que transitó durante años las redacciones periodísticas, esos gimnasios donde tantos hemos desarrollado el músculo de la escritura. Y entonces volveremos a hablar de Santiago Gil con más fundamento.

martes, 7 de febrero de 2012

Conocimiento

Hace tiempo que sé, más o menos, quién soy, una labor que dura años de esforzado trabajo. Pero, cuando he logrado comprenderme a mí mismo, he dejado de entender a los demás, como si descifrar el propio alfabeto impidiera ser políglota. O, tal vez, inicias una literatura que se convierte en patria ensimismada que evita los zocos donde se mercadean las vidas, los pensamientos y sentimientos, los actos y la inacción. Porque vivir es tolerar activamente o por omisión. Escuchar y callar o, más simple y también sórdido, no escuchar para huir del conflicto o del dolor, de los desgarros que nos laceran después de mostrar el alma.
Sólo tienes el confort de tus lealtades y pasiones, de tus hábitos y rutinas, que amojonan la vereda por la que transitas el calendario hacia el vacío del que naciste, la eternidad interrumpida por un reloj que, como una pulsión, narcotiza con su tic-tac que consume del tiempo su futuro.

viernes, 3 de febrero de 2012

Ciudades insulares

Fue en otro tiempo que la población era un bien escaso y la geografía, pródiga abundancia. Poca gente, mucha distancia, para todo. Ahora, en el siglo XXI, la demografía es el problema, no bastan los recursos naturales para dar cabida a una humanidad con visos de convertirse en plaga bíblica.
Si tomo como ejemplo mi propio entorno, no existen hoy distancias que actúen de límites definidores de las localidades. Por el norte o por el sur, el territorio se define por un continuo urbanizado de tal modo que más parecemos ciudades insulares en las que sobran los ayuntamientos y sus pretendidos límites municipales. Sólo una administración pública única para gestionar las necesidades de 600.000 habitantes, cifra esta muy lejana de las consideradas megalópolis, bastaría. Una reforma institucional del todo practicable.
Pero esta situación ha arrasado la belleza, ha sustituido a la naturaleza con cemento con una prodigalidad rayana en la insensatez. Tenerife o Gran Canaria son islas dormitorios donde antes hubiera los bosques y riachuelos que cantara Bartolomé Cairasco y el medio rural es un conjunto de fogones donde nos hacinamos para comer chorizos parrilleros. He visto auténticas multitudes en el monte de Las Raíces fervorosamente dedicadas a alimentar el fuego de las barbacoas que alimentaban, a su vez, a la multitud. Extraña simbiosis de naturaleza y supermercado.
Lo mismo ocurre con las playas, que en las noches de verano son el vertedero que delata a la muchedumbre que procuraba hacerse hueco en la arena o el mar y hasta las más peligrosas, las que antes todo el mundo evitaba, concitan la concurrencia ciudadana que busca su lugar bajo el sol.
No, no creo que exagere si insisto en la idea de las ciudades insulares.

viernes, 27 de enero de 2012

Sentido del humor

Sólo el sentido del humor nos salva. Esa capacidad de estar en el término medio entre la frivolidad y la seriedad, de saber minimizar la importancia de las personas y sus hechos, sobre todo los propios; de ejercitar la risueña capacidad de ver la vida con ironía... Últimamente, psicólogos y psiquiatras encomian la labor que hace nuestra risa en favor de la felicidad, una medicina natural que nos da tono vital como la pócima druítica hacía invencible a Asterix.
He comprendido la capital importancia del sentido del humor, me hace mejor, me resulta imprescindible para sobrellevar la rutina, la opacidad de los días, a mí mismo. Hasta tal punto es así que las personas que no son capaces de ironizar, de reir, de ver las dos caras de la moneda, son las que más desconfianza me producen, a las que más temo. La explicación ya la dio Coleridge: "No hay espíritu bien conformado si le falta sentido del humor", como sabe cualquiera que, con ojos críticos, se mire a un espejo desnudo después de los cincuenta y ni se le pase por la cabeza hacerse con una bicicleta estática al modesto precio de una esperanza. La mía ha terminado de perchero, lo que tampoco es un mal servicio.

miércoles, 18 de enero de 2012

Aventuras con las palabras

No es fácil buscar un tema para hacer literatura. Piensas y repiensas las opciones y terminas siempre acordándote de aquello que te dijo hace muchos años un profesor: ya un poeta sumerio dejó por escrito su queja porque todos los temas estaban agotados. Pero si bien esto puede ser cierto, las que nunca estarán agotadas son las distintas perspectivas para abordar un determinado asunto. La cuestión es dar con él y saberle dar esa nueva visión o dimensión. Pesa, no obstante, la soledad ansiosa del escritor, que precisa del aislamiento para alumbrar su mundo en la sola compañía del tic-tac del reloj. Pero a la hora en punto sonarán las campanadas que podrán fecha al discurrir de una nueva aventura con las palabras.

jueves, 12 de enero de 2012

Siglo tras siglo

En "El imperio español", de Hugh Thomas, se cuenta que uno de los consejeros de Carlos I, ya siendo éste emperador, le escribió que "debe permitírsele a cada uno de los países de los que sois el gobernante que se gobiernen a sí mismo según sus antiguas leyesy tradiciones. Cada país, además, debe tratar  y disponer que sus gastos no excedan sus ingresos" (página 510).
Las mismas advertencias, idénticos problemas, siglo tras siglo.

De ingenio y de espanto

En un mismo periódico, y de calidad, como lo es el ABC, el lector puede encontrar en la misma edición el ingenio y el espanto de un primer vistazo atento. Muestra de lo primero es la brillantez de Ruiz-Quintano, que en su columna de hoy dice: "ayer hacía tanto frío en Madrid que hasta Montoro llevaba las manos metidas en sus propios bolsillos".
El espanto llegaba en la página 38 cuando leía que el Banco de España está dando intrucciones a las entidades financieras "Sin circulares de por medio. De bis a bis". O sea, sin constancia escrita y de dos en dos. ¿O será cara a cara, de vis a vis?

miércoles, 11 de enero de 2012

Makoki



Este es el Makoki, el velero que cumple mis sueños. Que se llame así es fácil de explicar: en honor a mi esposa, que para nuestros hijos es mamá y para mi Coqui. En la foto se nos puede ver cuando apenas hemos salido del puerto de Radazul y nos preparamos para izar velas. Es cuando se apaga el motor y se hace el silencio que permite oir la voz del mar, la voz del viento.