viernes, 27 de enero de 2012

Sentido del humor

Sólo el sentido del humor nos salva. Esa capacidad de estar en el término medio entre la frivolidad y la seriedad, de saber minimizar la importancia de las personas y sus hechos, sobre todo los propios; de ejercitar la risueña capacidad de ver la vida con ironía... Últimamente, psicólogos y psiquiatras encomian la labor que hace nuestra risa en favor de la felicidad, una medicina natural que nos da tono vital como la pócima druítica hacía invencible a Asterix.
He comprendido la capital importancia del sentido del humor, me hace mejor, me resulta imprescindible para sobrellevar la rutina, la opacidad de los días, a mí mismo. Hasta tal punto es así que las personas que no son capaces de ironizar, de reir, de ver las dos caras de la moneda, son las que más desconfianza me producen, a las que más temo. La explicación ya la dio Coleridge: "No hay espíritu bien conformado si le falta sentido del humor", como sabe cualquiera que, con ojos críticos, se mire a un espejo desnudo después de los cincuenta y ni se le pase por la cabeza hacerse con una bicicleta estática al modesto precio de una esperanza. La mía ha terminado de perchero, lo que tampoco es un mal servicio.

miércoles, 18 de enero de 2012

Aventuras con las palabras

No es fácil buscar un tema para hacer literatura. Piensas y repiensas las opciones y terminas siempre acordándote de aquello que te dijo hace muchos años un profesor: ya un poeta sumerio dejó por escrito su queja porque todos los temas estaban agotados. Pero si bien esto puede ser cierto, las que nunca estarán agotadas son las distintas perspectivas para abordar un determinado asunto. La cuestión es dar con él y saberle dar esa nueva visión o dimensión. Pesa, no obstante, la soledad ansiosa del escritor, que precisa del aislamiento para alumbrar su mundo en la sola compañía del tic-tac del reloj. Pero a la hora en punto sonarán las campanadas que podrán fecha al discurrir de una nueva aventura con las palabras.

jueves, 12 de enero de 2012

Siglo tras siglo

En "El imperio español", de Hugh Thomas, se cuenta que uno de los consejeros de Carlos I, ya siendo éste emperador, le escribió que "debe permitírsele a cada uno de los países de los que sois el gobernante que se gobiernen a sí mismo según sus antiguas leyesy tradiciones. Cada país, además, debe tratar  y disponer que sus gastos no excedan sus ingresos" (página 510).
Las mismas advertencias, idénticos problemas, siglo tras siglo.

De ingenio y de espanto

En un mismo periódico, y de calidad, como lo es el ABC, el lector puede encontrar en la misma edición el ingenio y el espanto de un primer vistazo atento. Muestra de lo primero es la brillantez de Ruiz-Quintano, que en su columna de hoy dice: "ayer hacía tanto frío en Madrid que hasta Montoro llevaba las manos metidas en sus propios bolsillos".
El espanto llegaba en la página 38 cuando leía que el Banco de España está dando intrucciones a las entidades financieras "Sin circulares de por medio. De bis a bis". O sea, sin constancia escrita y de dos en dos. ¿O será cara a cara, de vis a vis?

miércoles, 11 de enero de 2012

Makoki



Este es el Makoki, el velero que cumple mis sueños. Que se llame así es fácil de explicar: en honor a mi esposa, que para nuestros hijos es mamá y para mi Coqui. En la foto se nos puede ver cuando apenas hemos salido del puerto de Radazul y nos preparamos para izar velas. Es cuando se apaga el motor y se hace el silencio que permite oir la voz del mar, la voz del viento.