miércoles, 30 de septiembre de 2009

La clase media no tiene escapatoria

Oía ayer a una señora en el supermercado preguntando que si era verdad que, por ecologismo, se suprimían las bolsas de plástico el inminente mes de octubre. Y me llamó la atención que surgiera el tema justo cuando se conocía la cifra de que la deflación alcanza ya el -1%, esto es, que el consumo está por debajo del suelo, que es 0%. Me dieron ganas de decirle a la señora que no era por proteger el medio ambiente sino la cuenta de resultados de las cadenas de distribución alimentaria, suprimiendo una partida presupuestaria del capítulo de gastos. Una prueba más de que la repetición mediática y publicitaria de un argumento falaz lo convierte en verdad.
Comenté el asunto con mi esposa y me dijo que en otro supermercado estaban cobrando 20 céntimos por las bolsas de plástico desde hacía meses, lo que demuestra que la usura sigue siendo el gran lema de un comercio acostumbrado durante años a ganar más del 100% a todos sus productos. ¿Será ecologista la codicia?
Luego leo que el gobierno ha reconocido que será la clase media (la que sostiene cualquier país avanzado) la que pague la subida de impuestos (¡qué les cuesta reconocer lo que todos sabemos!), pero el ministro Blanco dice que las familias no lamentan pagar impuestos si tienen ayudas sociales (página 40 del ABC de hoy). Lo que no debe saber es que a las familias de clase media no les tocan ayudas sociales, pues el nivel de ingresos declarados los excluye.
En fin, que a los muy ricos (al contrario de lo que el gobierno dice) la subida de impuestos no les preocupa porque tienen el dinero en Andorra o la Isla de Man y los que tienen ayudas sociales son los pensionistas diversos, los que no trabajan o los que lo hacen en la economía sumergida. El que tiene una nómina tiene una hipoteca, tiene su dinero controlado perfectamente por el Estado y lo que no tiene es escapatoria.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mareas vivas con cháchara china

He podido comprobar en alguna dársena del puerto de Santa Cruz de Tenerife la impresionante altura que están adquiriendo las mareas vivas del equinoccio de otoño, que alcanzan casi la altura del cantil. Son las que los grancanarios llaman mareas del Pino y que contrastan con las mareas muertas de los solsticios.
Esta visión ribereña me reconforta, pues es señal de que la naturaleza sigue su curso de millones de años sin importarle la actividad de los hombres, con sus discursos hueros amplificados y multiplicados por los medios de comunicación, incluido el milenarismo medioambiental. Por lo visto, hoy tenemos que alegrarnos mucho de saber que China ha dicho que se comprometerá a luchar contra el cambio climático. Aunque, como su compromiso sea igual de férreo que el de España, que es lo más probable, estamos aviados. Y es que los chinos descubrieron los secretos de los buenos guiones publicitarios con las últimas Olimpiadas.
Cháchara, cháchara y desarrollismo económico para alimentar a casi 2.000 millones de personas. Esa es la realidad.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

A vueltas con convertir a Portugal en comunidad autónoma

Ya me ocupé del asunto de la denominada "unidad ibérica" en una anterior entrada, titulada Insultos, o así son ellos el pasado 17 de agosto. Pero hoy Manuel Cebrián Abellán firma un artículo en la página 21 de El Mundo que, bajo el titular de Una sola península, un solo Estado vuelve a la carga sobre el asunto con la misma base argumental de la dichosa encuesta realizada por la Universidad de Salamanca, que es una conspiración en toda regla.

Este señor explica los resquemores históricos que tiene Portugal respecto de España, que dicen que no han podido superar ni el Tratado de Amistad y Cooperación ni la pertenencia de ambos estados a la UE, lo que demuestra que Europa está para lo que está y no para las utopías que algunos sueñan.

Pero el autor insiste en que la tal unión ibérica nos beneficia a todos "a resolver el modelo territorial existente" con "la conformación de un Estado federal en Iberia" que "vendría a colmar las aspiraciones de los nacionalismos periféricos". Y agrega: "Este reto, que a ambos Estados corresponde resolver, bien puede ser la nueva ilusión".

Se lee y no se cree. El señor Cebrián no se ha enterado que los portugeses sólo aceptaron la descentralización administrativa de Azores y Madeira, pero rechazaron lo mismo en el territorio continental. Pero eso no importa; él quiere que, aún así, Portugal se sacrifique y asuma como obligación propia que España resuelva el lío en que nos han metido nuestros ineptos políticos con un Estado de las Autonomías sujeto al continuo chantaje de ciertos pueblerinos, especialmente de origen vasco o catalán, que tienen al conjunto de la sociedad española hasta las narices. Porque ya sabemos todos que a nuestro selecto club de la progresía se le ha metido en las gónadas que debemos ser un Estado confederal, queramos o no la mayoría de ciudadanos.

Y lo deja claro el buen hombre: con un poco de paciencia, llegará el momento en que ese exiguo tercio de portugueses y españoles que dicen sí a la unidad ibérica, a base del continuo machacheo en los medios propalando la idea y descalificando al contrario (como hacía Martín Pallín diciendo que los que estuvieran en contra son los de la España cañí de charanga y pandereta), impondrán su criterio a los otros dos tercios de la sociedad porque para ellos la solución está siempre en la agitpro.

Pues bien, lo que servidor no entiende es qué gana Portugal con todo eso, ¿la unidad, la fraternidad, la gran puñeta y el diablo en bicicleta? Porque ya me dirán ustedes que si cada vez a más españoles les cuesta aceptar la pesadez catalanista, para qué se van los lusos a sumar voluntariamente a la tortura de aguantar a esos incordios. Ni que fueran bobos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Sueño náutico

Está próximo el fin del verano y aún recuerdo cuando escribía con alborozo sobre la llegada de la primavera y la remisión del frío intenso del último invierno, que siempre es el más crudo. Han sido unos meses benignos, hermosos, en los que he procurado disfrutar especialmente del mar, por el que siento una gran atracción: su inmensidad, su lenguaje de olas y colores, su vida (cada vez más atenazada por la sobreexplotación, como todo el planeta)... Por eso, haré una pequeña confesión personal: estoy preparándome el examen de patrón de embarcaciones de recreo y, si va bien, continuaré de seguido con el de patrón de yate. Desde hace muchos años sueño con un barquito a vela que permita que realice mi sueño marinero. El 21 de noviembre es el examen por lo que también tendré un otoño marítimo, pues aprobado el teórico se exige cierto número de horas de prácticas. ¡Temblad, corsarios!

PD: No dejen de leer la información de la página 4 de El País de hoy, titulada 'Guerra fría' entre Suiza y Libia, en la que se informa de las nuevas canalladas del terrorista que asume la presidencia de la Asamblea General de la ONU a partir del próximo día 23.

martes, 1 de septiembre de 2009

El ugetista explotado

Terminado agosto, ya empezó la narcocháchara radiofónica. Si está con el PP, la COPE; si lo que le gusta es el PSOE, la SER; si quiere que no salga mal el Gobierno, RNE; y así. Yo hago zapping radial, como todos, y en esto que oigo esta mañana en RNE a Antonio Ferrer, dirigente de la UGT, decir que parece que los empresarios, con esto de los subsidios y los impuestos, quieren pasar por mileurista cuando mileuristas "lo somos los trabajadores". A mi es que estas afirmaciones en primera persona del plural me sacan de quicio. ¿Antonio Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, es mileurista? El sindicato socialista es un explotador de los trabajadores y debemos denunciarlo.