martes, 25 de agosto de 2009

Jonathan Steele o cómo esconder las vergüenzas del comunismo

Publica hoy Jonathan Steele un largo artículo en El Mundo (página 15), titulado "La Historia no debe caer en manos políticas". El objeto del mismo, al contrario de lo que su título predica, es decir que Hitler fue peor que Stalin; que, a pesar de éste, el comunismo soviético no fue tan asesino y que no se debe culpar a la izquierda de estos crímenes. La vieja cantinela de mirar la paja en el ojo ajeno para no ver la viga en el propio.
No se trata de sesgar el análisis de cómo quedó el partido Hitler-Stalin; ambos fueron auténticos psicópatas asesinos. De lo que se trata es de saber que el comunismo, la realización extremista del marxismo, ha sido una ideología no menos asesina que el nazismo, como demuestra toda la antigua Europa del Este, China y Corea del Norte. Nunca una ideología ha costado la vida a tantas personas, pues la doctrina misma justifica el crimen para la consecución de sus fines y todavía pervive, al contrario que el nazismo, reducido a grupos de ignorantes y extravagantes. Daba igual que fuera un asesinato sistemático, como en Kolimá o la revolución cultural china, o que mandaran a Ramón Mercader a machacar el cráneo de Trostky; la muerte del disidente e, incluso, del indiferente forma parte del manual comunista.
Pero se ve que hay gente que quiere usar todavía al demente de Hitler (repudiado justamente tras decenas de años de intensa propaganda) para justificar otros crímenes tanto o más atroces: lo de los comunistas no fue para tanto, dicen las plañideras izquierdistas, pues Hitler mató a judíos, gitanos, homosexuales... cuando se calculan en cientos de millones los muertos sólo en la extinta URSS y en China. Más lo que no sabemos.
¡Qué poca vergüenza!

PD: Y ahora que estamos con la memoria histórica en España, Stephan Zweig señala en sus memorias que la guerra civil española no fue más que un ensayo de la II Guerra Mundial auspiciado y promovido tanto por el fascismo como por el comunismo. Y Zweig, judío austríaco, conocía y amaba tanto a Europa que le costó la vida.

No hay comentarios: