jueves, 17 de junio de 2010

Soberbia y chamanismo

Nunca he sido futbolero, pero sí le estoy prestando atención al Mundial. Y tanta soberbia con la historia de que España era favorita, pues me ponía malo. Nuestra selección era favorita para nuestra prensa, pero no, desde luego, para los argentinos o los brasileños, pongamos por caso.
Bien, cuando subía a casa, antes del partido, los comentaristas radiofónicos debatían si le metíamos cinco o seis goles a Suiza. No había unanimidad. Una soberbia eufórica inundaba el espectro radioeléctrico y el enemigo a batir, al parecer, era un equipo formado por discapacitados físicos y psíquicos a partes iguales.
Después de la derrota, los mismos comentaristas abrazaban el chamanismo, que si ZP es gafe, que si Sudáfrica nos da mala suerte, que si la conjunción de los astros...
Me llama la atención todas estas emociones tan encontradas que el fútbol es capaz de concitar apenas con hora y media de diferencia y que tienen que ver, sobre todo, con sentimientos bastante elementales como la superstición.
PD: Lo que yo vi fue un gol suizo por fallo de la defensa culminado con otra salida en falso de Casillas y un equipo que se desarmada con el marcador en contra.

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