El mundo se creó en la alborada
del primero de los meses de agosto,
una acumulación de contracciones
uterinas y fuerzas gravitatorias
tras el manantial amniótico.
Ella no era primeriza y sabía
bien lo que hacía; rebuscó
bajo la cama el vacío orinal.
No me atreví a abrir los ojos
en aquel primer minuto.
viernes, 16 de septiembre de 2011
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2 comentarios:
Muy bueno...
La verdad os hará libres
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