viernes, 12 de septiembre de 2008

Cosas que pensé el 11-S

Anoche veía nuevamente la película World Trade Center, repuesta con ocasión del 11-S. Este mismo verano veía United 93, otra película sobre aquel fatídico día de 2001. En ambas, los directores no dudan en hacer panegírico y elegía por sus compatriotas asesinados. En España, no ha habido director que haya afrontado el 11-M, otro día fatídico que, en vísperas de unas elecciones generales, no dio lugar al patriotismo, sino al sectarismo tan típico de nuestro país. Partidos, medios de comunicación, la seguridad del Estado y demás decidieron que había que sacar réditos de una tragedia para tomar el poder.
Esto es lo que pensaba mientras veía la película. También se me vino a la cabeza que más de un político español, no sin dejar de empezar su argumentación lamentando las muertes, valoró los sucesos del 11-S con el comentario de que EEUU se lo tenía ganado.
Ahora, con la hipocresía habitual, estamos montándole unos barcos de guerra al ínclito Hugo Chávez, que no para en sus provocaciones a EEUU, lo que por aquí gusta especialmente. Ha expulsado al embajador norteamericano y prepara unas maniobras militares con Rusia (casi na) en el mar Caribe. Y cuando el tal majadero salga con los pies por delante (porque a este personaje no se lo quitan de encima los venezolanos sino por la fuerza) verán que no tendremos pudor en decir que España ya lo veía venir y que la culpa es de los pérfidos norteamericanos pues, al final, no hay cosa que más guste en esta nación que la figura de un demagogo provisto de fusil (Castro, Ché, Chávez...) enfrentándose al prototipo del vaquero yanqui.

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