Música, arte e industria

No había tocado aún la música como tema en este blog cuando es una de mis pasiones.
La música ha estado siempre con el ser humano. Desde el principio de los tiempos. Ya los primeros filósofos fueron atraídos por su importancia intrínseca y extrínseca. Pitágoras oía sonidos armónicos en el Universo e ideó también un sistema tonal. Después, este arte fue imprescindible para la Iglesia, que lo veía como forma de llevar el mensaje evangélico a las almas.
De los fenómenos que más me impresionan relacionados con la música, el baile me llama especialmente la atención. No me refiero a su forma más elaborada y artística, sino a la que ejecuta el pueblo. La gente, mucha gente, siente la necesidad de moverse cuando suena una canción, no pueden evitarlo, precisan de desarrollar movimientos más o menos acompasados a modo de deleite, de catarsis o, incluso, de acción paroxística.
En la actualidad, hay un gran negocio en crisis alrededor de la música. La conocida como culta sólo es capaz de existir por las subvenciones oficiales; la aportación de sus aficionados no resultaría suficiente para sostener teatros, orquestas, cantantes, promotores, gerentes, técnicos... El jazz también subsiste porque no precisa de muchos ejecutantes y le basta con un club para hacerse oír.
A la música popular contemporánea la está hundiendo la industria del disco y aledañas. Ni han sido capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías ni han respetado al músico profesional por mor de la "democracia mediática": lo importante es que des bien en las fotos, la fama y las ventas; ya se contratarán profesionales para hacer el trabajo: profesores de canto, músicos que toquen lo que el famoso no sabe, arreglistas. O, si hace falta, al final echamos manos de la electrónica, programamos los aparatos y prescindimos de los músicos, ahorrando en personal.
Al final, la industria discográfica está en una gran encrucijada en la que los músicos empiezan a entender que internet es imparable, que los sistemas de reproducción sirven para promocionar y que la rentabilidad para el profesional está en el directo.
Tengo curiosidad: ¿qué pasará al final?