martes, 4 de mayo de 2010

El cielo

Igual que este largo fin de semana en Tenerife, hoy es un día de humor extraño, en que el cielo se entristece de pronto, cubierto de celajes grises, como sonríe de improviso en su plenitud luminosa, sin que ninguno de estos estados de ánimo permanezca por mucho tiempo. El clima muestra un alma que descubre la ciénaga que inunda el corazón próximo, el que abandona al necesitado, el que traiciona la honestidad, el que se alimenta de egoísmo y codicia, el que transpira la bilis de la discordia. Y se deja arrastrar por una ciclotimia dominante del noreste que, a rachas, desarbola la consistencia de sus colores.

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