La corrupción

Los mismos tertulianos que hasta hace unos días no paraban de hablar del vergonzoso caso Gurtel están preocupadícimos con la corrupción descubierta en Cataluña. Ahora se desgañitan todas las mañanas, en las radios, diciendo que no se puede enviar el mensaje a la sociedad de que la corrupción es general y mucho menos socavar la democracia, el Estado de Derecho y las instituciones.
Pero lo bueno que tiene la democracia, la virtud que la convierte en el sistema menos malo, es precisamente que podemos criticarla hasta el infinito y que todos estamos bajo el imperio de la ley, incluido los partidos y sus adscritos.
Lo evidente, por otra parte, es que todos los listillo, tránsfugas y demás, quieren ser concejales de urbanismo.
El consuelo es que estamos descubriendo ahora que ciertas instituciones, como jueces, fiscales, policía, están luchando de verdad para acabar con los desmanes de la componenda política. Y que cada palo aguante su vela.